Salió a jugar la liga bioenergética

El gobierno de la provincia de Santa Fe presentó un anteproyecto de ley de biocombustibles junto a Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, Salta y Tucumán , provincias que integran la Liga Bioenergética, para potenciar al sector y con la intención de que Argentina "se convierta en un gran polo de la química verde para la bioeconomía, que genere valor agregado, desarrollo y mayor empleo en el interior productivo", resumió Verónica Geese, titular de la Secretaría de Energía santafesina.

Este anteproyecto que tiene aval de la Nación, propone un aumento en el corte obligatorio de biocombustibles y además de otros criterios de relevancia para las provincias en materia energética.

En Santa Fe se produce el 82% del biodiesel del país y esta industrialización que da como resultado un combustible cuya materia prima original es la soja, también genera otros subproductos con gran potencial. 

Desde las provincias y las cámaras que nuclean a las empresas productoras de biodiesel - confromada por grandes multinacionales como Cargill o Louis Dreyfus pero también por pymes - vienen reclamando el incremento del corte obligatorio con biocombustibles, que actualmente en Argentina se ubica en el 7,5% para gasoil con biodiesel elaborado en base a soja y 12% para la nafta en base a bioetanol de maíz y caña de azúcar. Este nivel genera una elevada capacidad ociosa para las industrias del sector que tuvieron un fuerte impulso casi dos décadas atras c uando se sancionó, en 2006, la ley 26.093 que estableció el "Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentable de Biocombustibles".

Ese régimen estimuló inversiones para sumar capacidad instalada en el país, que luego comenzó a sumar capacidad ociosa a medida que el cupo se mantuvo estable y comenzó una disputa fuerte con las compañías petroleras. Se trata de un mercado en el cual los cupos los asigna la Secretaría de Energía de la Nación.

En julio de 2021 la ley 27.640 fijó el marco regulatorio de las actividades de elaboración, almacenaje, comercialización y mezcla de biocombustibles que tenía vigencia hasta 2030. En la versión original de la ley Bases se fijaban cambios, pero a instancias de los gobernadores, el gobierno de Javier Milei retiró este capítulo de la nueva versión de la norma que fue recientemente aprobada a la espera de la iniciativa que pilotean las provincias de la Liga.

Los referentes de las provincias que integran la Liga Bioenergética fueron recibidos días atrás por el secretario de Bioeconomía de la Nación, Fernando Vilella, y el subsecretario de Combustibles Líquidos de la Secretaría de Energía, Luis De Ridder con la intención de afinar el anteproyecto y su envío al Congreso.

Desde la Liga destacaron que la ley vigente es contraproducente para la producción y que el nuevo texto normativo es superador, buscando vencer las barreras que en otro momento generaban diferencias entre las provincias productoras de biocombustibles: “Con el apoyo del gobierno nacional, vamos a realizar la presentación legislativa, queremos que el país sea un gran polo de química verde, esto significa lograr un enfoque que desarrolle nuevos productos con mayor valor agregado que provengan de la biomasa que reclama el mundo, que se produce en nuestros territorios y se procesa en las biorefinerías que producen biocombustible”, expresó Geese.

Acuerdos y rechazos

El proyecto de la Liga impulsa una desregulación del sector y también el ingreso de los grandes grupos agroexportadores como Cargill, AGD, Bunge, Dreyfus, entre otros, en las licitaciones para el abastecimiento local, algo que hasta ahora por la legislación vigente no podían hacer y sólo estaban habilitados a exportar.

La propuesta de la Liga es generar licitaciones privadas para abastecer el mercado interno que hoy regula en materia de cupos y precios la Secretaría de Energía y también postergar la posibilidad de que las refinadoras como YPF, Raizen, Axion Energy y Pampa puedan producir biocombustibles. 

Esta iniciativa no convence a las provincias de Buenos Aires, San Luis y La Pampa, que también cuentan con plantas de biocombustibles porque entienden que en el proyecto se excluye a las pymes que están alejadas de Santa Fe que se verían perjudicadas en las las licitaciones debido a los altos costos de flete por las distancias que generan transportar el aceite de soja - materia prima del biocombustible - hasta sus instalaciones.