Campo
08.07.2024

Día de la Conservación del Suelo

Empresas que promueven los "puentes verdes" agrícolas

Empresas proveedoras de insumos agropecuarios o grupos financieros que apalancan inversiones como Bunge Argentina y Galicia Seguros, apuestan por el desarrollo de cultivos como la camelina que mitiguen la huella de carbono y regeneren el suelo

El cuidado del suelo se transformó en un desafío de la agricultura en los últimos años. La pérdida progesiva de nutrientes, fue generando una caída de la productividad que redundó en la rentabilidad empresaria. Pero además, el sector enfrenta los retos de una demanda más selectiva, traccionada por normativas internacionales exigentes - especialmente de la Unión Europea - y por consumidores más inflexibles. 

En ese camino, las grandes compañías de insumos agropecuarios y también del sector financiero que apalanca las inversiones, comenzaron a poner sus fichas en el desarrollo de nuevos cultivos, que aporten mayor salud al suelo, aumenten la productividad agrícola y la sostenibilidad del sistema en general. 

Es una apuesta que vale recordar un día como hoy, 7 de julio, fecha en la cual se celebra el Día de la Conservación del Suelo desde el año 1963, en memoria del doctor Hugh Hammond Bennet, un científico estadounidense, considerado un pionero de esta práctica que se abocó a la investigación sobre el efecto de la calidad de la tierra sobre su capacidad productiva.

"Existen numerosas iniciativas a nivel mundial y local que buscan reducir la huella de carbono en la agricultura, como certificaciones agrícolas sostenibles, programas de agricultura c imáticamente inteligente, incentivos para la adopción de prácticas agrícolas sostenibles y proyectos de compensación de carbono”, dijo Maria Fernanda Muñoz, líder del segmento agro en Galicia Seguros.

La compañía del grupo financiero Galicia resaltó la incorporación en la Argentina del cultivo de la camelina, que se utiliza como materia prima ultra baja en carbono para producir combustibles renovables y como ingrediente en alimentos para animales con alto contenido proteico. Desde el punto de vista agronómico, ocupa el lote durante el invierno, consume poca agua y aporta beneficios como cualquier cultivo de cobertura. Además, añade carbono al sistema, intensifica las rotaciones y mantiene el suelo vivo y cubierto durante el invierno.

“Desde Galicia Seguros apoyamos este tipo de cultivos, para que nuestros clientes se animen a diversificar sus rotaciones y promover la sostenibilidad”, afirmó Muñoz.

En ese punto, la multinacional Bunge Argentina se sumó al compromiso de generar cadenas de valor más sostenibles ofreciéndoles a los productores la incorporación de cultivos que funcionen como puentes verdes con cosecha. Así promueven cultivo la adopción de oleaginosas de invierno como la colza, el cártamo y la camelina en los planteos agrícolas, en reemplazo de tierras en barbecho.

Estos cultivos permiten aumentar la captación de carbono del aire, lo que, sumado a otros beneficios, permite certificar con baja huella de carbono a los aceites que de ellos se obtienen.

El cártamo es otro de los cultivos que está impulsando Bunge como puente verde.

Estas práticas de agricultura regenerativa tienen por objetivo además producir aceites de baja huella de carbono, materia prima de los biocombustibles de segunda generación.

“Los tres cultivos tienen características específicas que nos permiten tener una oferta competitiva en las diferentes regiones productivas reemplazando los barbechos de invierno. El cártamo, por
ejemplo, tiene muy buena adaptación a climas áridos. La colza y la camelina coinciden en el área de producción, pero la colza se siembra de marzo a mayo, y la camelina, de junio a julio”, comentó Jorge
Bassi
, gerente de Desarrollo de Nuevos Negocios de Bunge en Argentina.

La compañía fue la primera en desarrollar este negocio en el país, que hoy lidera tanto en cantidad de hectáreas sembradas como en diversidad de cultivos.

La intensificación de la agricultura que se produce al reemplazar barbechos por puentes verdes con cosecha permite obtener una mayor captura de carbono del aire y generar una ganancia extra para el
productor.

“La innovación en materias primas es un elemento crítico para el crecimiento de la industria de los combustibles renovables. Las soluciones innovadoras como los dobles cultivos anuales no sólo mejoran
el medio ambiente secuestrando carbono y mejorando la salud del suelo, sino que también favorecen a los productores y los consumidores”, dijo Bassi y planteó que "los cultivos con los que estamos trabajando permiten intensificar la rotación y combatir algunas de las problemáticas presentes en nuestros suelos, como la pérdida de materia orgánica, con la consecuente pérdida de estructura y compactación subsuperficial".

Por otra parte colaboran para erradicar un problema creciente en la agricultura argentina como son las malezas resistentes, ya que tanto la colza como la camelina exudan sustancias alelopáticas a través de sus raíces, que ayudan al control de esas especies.

Además, al tener un ciclo más adelantado que los cereales de invierno, dejan libre el lote entre 10 y 15 días antes que el trigo, lo que ayuda a anticipar la siembra del cultivo de segunda”, dijo el ejecutivo de Bunge.

Como parte del programa, Bunge está invirtiendo en una red de ensayos de experimentación de los tres cultivos y en un plan de mejoramiento de camelina que permiten llegar con tecnologías probadas a los productores. “Mientras que la colza y el cártamo los trabajamos en forma directa, la camelina se realiza a través de Chacraservicios, que es la de mayor experiencia en la región”, indicó Bassi.

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