Gestores
25.07.2024

Rómulo Bertoya, Pensaer

"Cuando hay crisis lo social y ambiental pasa a un segundo plano"

El socio fundador de Pensaer y presidente de la Fundación Rosario explicó que "la industria de la construcción tiene el desafío de regenerar el entramado social", durante su participación en el panel "Negocios sustentables, estrategias y políticas de sustentabilidad”, organizado por Ecobiz

Rómulo Bertoya, es arquitecto y socio fundador de la constructora Pensaer, compañía que certificó como empresa B y junto a la organización Techo se lanzaron a construir viviendas en barrios carenciados. A partir de esa experiencia decidieron volcarse de lleno a acciones de triple impacto.

El empresario participó del panel “Negocios sustentables, estrategias y políticas de sustentabilidad” organizado por Ecobiz y planteó que si bien la construcción es una de las industrias que genera más del 30% de las emisiones de efecto invernadero en el mundo, "también tiene la oportunidad única de poder ser un gran tractor en la regeneración del entramado social", planteó.

-¿Cómo se encaran desde el sector desarrollador e inmobiliario procesos de sostenibilidad, teniendo en cuenta que muchas veces las crisis obligan a pensar solamente en la coyuntura?

- A mí me gusta poner en el tapete las discusiones, porque si no hay tensión, no hay crecimiento. La naturaleza nos mostró que todo el crecimiento, el Big Bang, nace a partir de una tensión y generarla es fundamental.

Cuando hablamos de las finanzas, de la inversión, del riesgo, también se habla de oportunidades y de la construcción. En nuestro caso, construimos viviendas, que es la aspiración más grande que tenemos como especie. Y hay un montón de desafíos por delante, mucho mas en el contexto del país. En muchas ocasiones cuando se habla de sostenibilidad a veces se contextualiza de la cuestión propiamente económica. Es decir, cuando hay crisis, lo ambiental, lo social pasa a un segundo plano, con una lógica de que si el negocio va bien vamos a derramar. Yo creo que estamos en un momento que para mí es bisagra y es una oportunidad muy grande.

Una es, por ejemplo, el lanzamiento que el Banco Municipal de créditos hipotecarios. Eso para mi rubro es una excelente noticia, pero también para un montón de personas que están ahí afuera, de clase media, que hoy no están pudiendo acceder a una vivienda. Y ahí es donde nos encontramos y convergemos el sistema financiero y la construcción en una potencialidad única.

Pero ahí también surge la pregunta sobre qué vamos a financiar. No nos olvidemos que hoy la construcción es una de las industrias que genera más del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo. Pero también tiene la oportunidad única de poder ser un gran tractor de algo que es un poco la tesis que venimos trabajando en la empresa, que es la regeneración del entramado social.

En una ciudad castigada por la violencia como Rosario, y en un país signado por las grandes desigualdades que estamos teniendo aquí y en toda Latinoamérica, una industria como la construcción tiene una gran oportunidad. Entonces, si podemos alinear al mercado financiero, con los constructores, las organizaciones de la sociedad civil y una política de Estado para traccionar eso, podemos llegar a encontrar una gran potencialidad y oportunidad para trabajar sobre esa lógica.

Aquí estamos hablando del negocio. Después de la familia, la empresa es la organización humana más grande que tiene el planeta. Entonces, para nosotros poder traccionar a la empresa en pos de tomar una conciencia a partir de un diagnóstico común de los problemas que tenemos, no solamente es posible sino es necesario. Y creo que hay un montón de actores que están jugando un papel protagónico en esto: corporaciones grandes, multinacionales, pero también pymes y emprendedores también. Y eso me parece rico. Y creo que es una gran oportunidad y un llamado a la acción. 
 

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